Un congreso Admirable o Renovable: Rodrigo Sandoval Araujo

BOGOTÁ, D.C. COL.- Los partidos políticos en Colombia están en pleno proceso electoral, definiendo estrategias para las elecciones parlamentarias y presidenciales del año entrante. La discusión de quién debe ocupar la Casa de Nariño (residencia presidencial en Bogotá) está aplazada, todos esperan el referendo que podría darle la posibilidad a Álvaro Uribe para obtener la reelección. La pelea más interesante se va a dar en las curules para el Congreso.

La razón es muy simple, cómo conseguir votos sin tener candidatos involucrados con los paramilitares, la guerrilla, los grupos emergentes y el narcotráfico. En las anteriores elecciones obtuvieron curul más de 60 congresistas que hoy tienen investigaciones o están en la cárcel por los escándalos de la ‘para política’ y la ‘frac-política’. El reto para los partidos es conseguir suficientes candidatos de voto de opinión para promover las listas en las principales ciudades y tener un buen surtido de caciques electorales que ayuden en las regiones y en las zonas rurales.

El tema es muy importante, conseguir al menos 2% de los votos en las elecciones parlamentarias da posibilidad de obtener personería jurídica, recursos estatales por reposición de votos y pelear por una silla en el Consejo Nacional Electoral. Además, ser dueños de la mayoría, garantiza continuar con sus proyectos ideológicos sin importar quien esté ocupando la Presidencia.

Todos saben que una mala lista puede arruinar sus posibilidades de influir en el país y, es posible, tener más posibilidades en la carrera presidencial. Los partidos políticos tradicionales saben que cuentan con los votos históricos, la izquierda tiene una disciplinada base social y los grupos cristianos promueven los votos de la mano de Dios en los altares. Los que tienen la vida complicada son los partidos de centro y los movimientos aliados al gobierno que nacieron hace cuatro años: Cambio Radical, el Partido de la U, Convergencia Ciudadana, Colombia Democrática, Colombia Viva y Alas-Equipo Colombia.

El partido conservador no ha podido decidir si apoya al presidente Álvaro Uribe o no en su proyecto reeleccionista, sus dirigentes están felices porque obtuvieron una enorme votación para elegir a los delegados de su convención nacional y en las elecciones regionales del año pasado. Además, llegan fortalecidos con gran parte de la torta burocrática en sus manos. Los conservadores pueden usara figuras de gran alcance nacional para obtener votos, como es el ex ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, quien por su parecido con el presidente le dicen Uribitwo, Uribito y Uribe2. En la orilla opuesta de la ideología, pero en la misma situación está el partido liberal. Escoger candidatos para el congreso no será una tarea difícil, pueden seguir con Piedad Córdoba, Cecilia López y Juan Manuel Galán. El ‘trapo rojo’, su famosa insignia, ha estado presente en la vida de los colombianos por mucho tiempo y el partido sobrevivió a la desbandada de candidatos al uribismo.

El Polo Democrático Alternativo, la izquierda, tiene un escenario un poco más difícil, muchos de sus congresistas seguirán aferrados a sus curules porque cuentan con votos disciplinados. Sin embargo, para ellos va a ser complicado atraer nuevos votantes debido a la mala gestión del actual alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, y porque muchos de sus líderes de centro han empezado a ser disidentes y es posible que salgan disparados si el candidato presidencial es Carlos Gaviria. El Mira, partido de los cristianos, tiene el camino asegurado a un par de curules en la Cámara de Representantes y el Senado, además de tener una base impresionante y organizada, se le suma que el concejal de Bogotá ha sido uno de los mayores críticos de la administración Moreno y puede ser un aliciente para los votantes de centro.

Los uribistas necesitan quitarse de encima el yugo de la ‘parapolítica’ que les hizo perder votos de opinión y además puso a muchos de sus congresistas más votados tras las rejas. Cambio Radical debe decidir si va a seguir siendo uribista de primera línea o se va a ir con la candidatura de Germán Vargas a la presidencia; además debe pensar muy bien a la hora de escoger a los candidatos regionales porque la mayoría de los para-políticos eran de su partido. Los de la U deben quitarse la mala imagen que dejó Cambio Radical en los partidos del presidente y tratar de conseguir nuevas figuras urbanas, porque sus mejores cartas de opinión eran Gina Parody y Martha Lucía Ramírez, ambas en el centro del espectro.

Los independientes se arriesgan al mismo panorama del 2006, no tener curules o no tener suficientes votos para estar en el centro de las discusiones nacionales.

Tal como dijo Salud Hernández-Mora en su columna en diario El Tiempo: el ajedrecista de la política es sin lugar a dudas el Presidente Álvaro Uribe. Todos dependen de sus decisiones. Los posibles candidatos presidenciales oficialistas a sucederlo, las alianzas de oposición y la definición de listas para el Senado y la Cámara dependen de él. A él nada parece interesarle seriamente, puede que no se quiera convertir en ex presidente antes de tiempo, como les sucede a quienes dejaron anteriormente la presidencia y en año electoral no tuvieron mucho qué hacer. Es posible que lo que esté en su mente es perpetuarse en el poder, al mejor estilo de su vecino Hugo Chávez.

Etiquetas:

Deja un comentario