La prensa se ha convertido en la constructora de la “verdad” cotidiana. Sin ella, las poblaciones estarían desinformadas y el mundo se reduciría a nuestra localidad.
En la actualidad, la velocidad con la que se difunde la información se ha reducido a los mínimos, en el mejor de los casos. Los medios han aprovechado las herramientas de esta época para ya no limitar su oferta informativa. La edición de un periódico se cierra a determinada hora del día, el resto de la información que no logró entrar en la modalidad impresa será añadida en su página de internet; algo que no sucede en Oaxaca.
Las páginas de los periódicos oaxaqueños se convirtieron, en el 2006, en el medio esencial para que los diversos grupos políticos intercambiaran mentadas de madre y pirujadas. Los periódicos olvidaron su labor de “informar” y se dedicaron a “comunicar” lo que x o y grupo decía. Eran medios que sólo denunciaban lo conveniente para el patrón; totalmente parciales ante lo que sucedía en las calles, sólo propagaban la versión que se apegaba a su postura. Tanto los verticales movimientos como el imbécil gobierno tenían a su medio favorito para apuntar la “declaración” del día.
El 2006 vino a confirmarme lo sospechado en Oaxaca. Primero, los periódicos operan como instrumentos para manifestar lo que el político declara, sin pensar en el lector, sino en el grupo político contrario. Segundo, los periódicos se han convertido en espacios donde reina la declarocracia. Tercero, los periódicos son centros de denuncia, donde la crítica se utiliza para destruir, sea real o falsa la información, y no para construir o reconstruir. Cuarto, no sólo reflejan las actitudes y los valores de la sociedad sino también crean la “demanda” que los hace existir.
Analizar el periódico
Actualmente el mercado de periódicos en Oaxaca tiene una variedad de medios impresos que, supuestamente, se dividen la tajada del pastel. Desde mi punto de vista, el mercado ha sido acaparado por dos grandes medios que se distinguen por su actitud ante el régimen: Noticias y El Imparcial.
Debemos reconocer que en los últimos años han aparecido ofertas periodísticas, y su logro es mantenerse en circulación, pero ha sido poca la rebanada del pastel que le han robado a los dos grandes y antiguos medios de Oaxaca. Destaca la aparición de Tiempo y P. M. (diario vespertino) como ofertas que le pueden quitar lectores al periódico El Imparcial.
Este análisis lo realizo de manera general y partiendo de que Oaxaca vive en un régimen autoritario. No intento profundizar en las especificaciones que contiene cada medio de comunicación, sino en las apreciaciones que se tienen de él al momento de leerlo y la labor que realizaron en el conflicto del 2006, que configuró los años posteriores.
De inicio, planteo que los periódicos se volverán a alinear a corrientes políticas en la elección federal del 2009 y su tendencia será “más” marcada en el 2010, ya que tiende a repetirse como una regla no escrita del régimen y que permite la sobrevivencia y estatus quo del diario.
Para realizar este análisis construyo una línea recta, donde cada extremo está marcado con el número 1 y -1. El centro de la línea recta sigue siendo el cero.
En los extremos ubico a los periódicos que denomino “de denuncia”. Bajo esta lógica, este tipo de medios los caracterizo por sus criterios de edición que están destinados a buscar afanosamente los escándalos que puedan dañar a cierto grupo de poder; desde luego, al grupo que perjudique la existencia del “sector de interés” al que representa. Su labor es crear un auditorio morboso más que informado.
En los números positivos de la recta numérica, coloco los periódicos “de denuncia” que apoyan a grupos apegados al régimen, debido a que suman “legitimidad” al gobierno. Por el contrario, en los números negativos localizo los periódicos que se dedican a “denunciar” los atropellos del régimen, todo lo que ellos logren ganar le quita legitimidad a los dirigentes; los medios de este sector se vuelven los espacios de los grupos contrarios al régimen.
El cero, y con ello el centro, los convierto en el lugar -en el esquema que presento- donde se deben localizar los periódicos de análisis. Este tipo de medios se caracterizan porque no sólo fungen como agentes de información y denuncia, sino que realizan una labor más importante: difundir y promover valores y prácticas acordes a la democracia. Buscan educar a los individuos para entender y asimilar el funcionamiento de la misma. Este modelo, pretendo que sirva, no sólo para transmitir información, sino que también como un espacio de “socialización democrática”. La apuesta del medio es clara, busca la transición del régimen autoritario hacia uno democrático. Estos diarios escapan de lo coyuntural para darle a su línea editorial una congruencia con la “visión” de futuro que quieren para su sociedad. La transición española, contiene ejemplos de este tipo de medios.
“Diarios como El País o Cambio 16 -cada uno a partir de inclinaciones política más o menos evidentes- ilustran ese hecho; respondían a un proyecto periodístico de largo alcance; en otras palabras, su línea editorial era congruente con una visión clara del futuro que querían para España”. (Elizondo y Bravo, 2003: 16)
Tanto los diarios de denuncia como analíticos son importantes en los medios de comunicación pero, considero que el segundo tipo sobresale, ya que sus páginas se vuelven espacios para la discusión de los temas que importan a la sociedad y, que permiten la entrada de diferentes corrientes de pensamiento para que analicen los temas. Además, buscan la participación activa del lector.
Por otra parte, los medios de denuncia pueden evadir la responsabilidad de tener una línea editorial, pues sus páginas son ocupadas por sus “calumnistas” para disparar “veneno” en contra de los enemigos del P-U-E-B-L-O, sean pro-gobierno o contras. La característica esencial, es que ellos se suben en el discurso de “salvadores” por divulgar la verdad.
Sin más preámbulo, pasaré a Oaxaca y sus periódicos. Como apuntaba anteriormente, son dos medios los que se disputan el mercado y la “verdad”. Los dos con más de 30 años, han fijado sus posiciones en este inicio del siglo XXI.
El Imparcial, con 58 años, se ha convertido en el periódico que ha servido para legitimar al régimen autoritario, por lo menos esa es la pauta marcada por sus columnistas y articulistas que tratan los temas locales los días domingo.
Entre semana, su “opinión” está llena de articulistas nacionales que sólo tocan temas macros del país. Sin embargo, lo que más llama la atención, es la falta de una “línea editorial”; en un periódico que dice ser el “mejor diario de Oaxaca”, la falta de ésta impide saber a ciencia cierta cuál es su proyecto periodístico y cómo ve la situación por la que atraviesa el estado. El diario se escuda en sus articulistas pero, en cualquier momento estos se van y no falta que digan que fue por “la línea editorial” ¿Cuál es esta línea?
El contenido manejado por El Imparcial, durante el 2006, pudo mostrar su perfil como medio análogo al gobierno. No mostró una postura crítica ante las dos partes, en cambio sí contra el movimiento social. Además, cabe destacar que fue el periódico que albergó en sus páginas la nota de “investigación” de la revista electrónica “Índigo Media” sobre los cochupos de la APPO, pero nunca logró demostrar que esto fuera cierto. Como bien reza el Calla’o (16/12/08) “Los pueblos tienen la prensa que se merecen”. ¿Será? Y si así es, entonces este periódico no puede evitar su corresponsabilidad en la formación de una cultura cívica. Si en Oaxaca el autoritarismo sigue reinando, se debe a que existen diarios que lo legitiman.
Noticias, con sus 31 años -todo un adulto joven-, es la contraparte de El Imparcial. Antes del 2006, este diario vivió uno de sus momentos de “crisis pública” ya que sus oficinas fueron tomadas por personas, como ellos mismos lo señalaron, provenientes del gobierno Muratista; que querían acabar con el periodismo “crítico”. En las elecciones del 2004, mostró que su línea no era la nómina del gobierno del estado; apostando por la candidatura del convergente Gabino Cué. Incluso realizaron una campaña para cazar mapaches electorales. En el 2006, sirvió de lugar común para la mayoría de militantes de la APPO y la sección 22. Asimismo, abrió su espacio a todos los grovees de dicho movimiento, así como académicos y articulistas que simpatizaran con la causa. Al igual que El Imparcial, con la diferencia que fue acrítico entorno al grupo político con el cual simpatizaba.
Noticias también carece de una “línea editorial” que muestre cuál es su postura ante los eventos coyunturales. Pero en notas que tienden a ser netamente políticas implican una posición del diario, éste apuesta por la oposición partidista. El problema es el mismo que con el primer periódico: es un espacio para la denuncia que es afín a sus intereses.
¿Y el analítico?
Los grupos de poder en un régimen autoritario no permiten que exista un medio que sea totalmente analítico, que en sus páginas albergue a las diferentes corrientes políticas. En el caso oaxaqueño, este medio está ausente.
Los medios de comunicación en Oaxaca se han vuelto los dueños de la verdad. Y ésta se reduce al discurso que legitima al grupo al que pertenece. Sin los periódicos analíticos la posibilidad de construir ciudadanía y la pluralidad democrática que implica la transición hacia un sistema
democrático es una simple ilusión. Los periódicos locales no son espacios públicos en los cuales cualquier persona pueda entrar a manifestar su opinión y postura ante los temas coyunturales, son sólo espacios para mantener el estatus quo que impera en el estado.
Si tuviéramos que comparar los periódicos en un día, como puede ser el 16 de este mes, notaremos que sus páginas principales marcan sus tendencias “fobopolíticas”.
Noticias vs Imparcial
El imparcial
La nota principal de El Imparcial (“Registra Oaxaca grave rezago en agua y drenaje”), habla del impulso, sin precedente, que la Comisión Estatal del Agua ha dado a la construcción de “Plantas de Tratamiento de aguas residuales”. ¡Qué fuera de nosotros si el gobierno no hiciera este “sin precedentes”!
Como segunda nota importante (si se hace un análisis en Z), señala la ruptura de AMLO con el PRD.
En su tercera nota, el pro–gobierno le da “la foto” a Ulises Ruiz y señala su compromiso con los “Derechos Humanos”. ¡Que risible!
Noticias
En su plana principal, Noticias anuncia otro robo del gobierno del Estado: “Por placas el gobierno ‘levantará’ 300 mdp”. Si se hace un análisis en Z, “insiste” en que no se debe tapar el fraude de Esesarte.
En su tercera nota, el pro–opositor, señala que la “oposición” exige que el presupuesto 2009 no sea “electoral”. ¡Una carta a Santa!
Conclusión
Las primeras planas muestran la diferencia entre los periódicos de denuncia en Oaxaca. El problema sigue residiendo precisamente en eso, sus páginas editoriales y de opinión son simplemente un “espacio” que legitima el actuar del diario y con ello del sector al que pertenece.