Desde niño me daba cuenta de la corrupción

Carlos Revilla Maldonado, web master oaxaqueño, habla de su encuentro con la Transparencia.

Carlos Revilla

Tiene un ligero aspecto intelectual. Sus anteojosredondos, una lacia melena que llega más abajo de loshombros y la barba semicrecida, en forma de “candado”,contribuyen para catalogar a Carlos Revilla Maldonadode esta forma.

Pero lo cierto es que se trata de un joven contemporáneo con una nueva forma de entender el mundo; un chicopara el que los conceptos ecología, derechos humanos ytransparencia son parte natural del proceso civilizatorioque le ha tocado vivir este nuevo siglo.

“Desde niño me daba cuenta de la corrupción”, advierteeste oaxaqueño producto de la era de la informática,licenciado en sistemas computacionales con estudios dediseño en Colonia, Alemania, quien se desempeña comoweb master, fotógrafo y asesor de imagen independiente.

“En México, cuando veía una patrulla me daba miedo;en Colonia, aprendí a caminar seguro por la calle”,comenta al referirse a su experiencia en Alemania,pionera en el tema de la transparencia.

Luego de cuatro años de habitar en Alemania, entre2001 y 2005, Carlos Revilla retornó a su tierra, la capitaloaxaqueña, para registrar con su cámara fotográfica los acontecimientos relacionados con el conflicto queprotagonizó la Asamblea Popular de los Pueblos deOaxaca (APPO) en el 2006.

A su vuelta, encuentra algo que no había en su paíscuando él partió: el Instituto Federal de Acceso a laInformación Pública (IFAI), surgido el año 2002. En2007, por razones de trabajo, se traslada a Chetumal,Quintana Roo, y cuando regresa a Oaxaca, a finales del 2008, se encuentra con otra sorpresa: la existenciadel Instituto Estatal de Acceso a la Información Púbica(IEAIP).

“Primero me entero que existe el IFAI y ahora elInstituto de Transparencia en Oaxaca… como que todavíano me cae el veinte. Esto lo vi en Alemania, allá es común que se publique en letreros grandes el costo de una calle o de cualquier obra pública, pero no ennuestro país”, exclama.

Para él, dice, es grato que México y en particular Oaxaca, cuenten ya con una ley de Transparencia:“Estamos dando los primero pasos, pero si los ciudadanos asumimos nuestro compromiso de preguntar a los gobernantes, las cosas pueden cambiar”.

Consciente de que en la cultura ciudadana nacionales clásica la ‘mordida’ para agilizar cualquier trámite o evadir una multa de tránsito, allá, en Alemania, su experiencia respecto al tema fue para él algo insólito: “Un amigo que vivía también allá, para obtener su visa más rápido le pasó un sobre con algunos marcos a un empleado, por esta razón fue denunciado por intento de soborno y lo deportaron a México. Los alemanes ciertamente son lentos, pero tienen reglas para todo, y ahí las reglas sí funcionan”.

Recuerda su primera experiencia con la llamadaTransparencia: “En Colonia construían una nueva línea del metro paralela al río y en un letrero anunciaban cuánto dinero costaba la obra, cuántas toneladas de material se iban a ocupar, qué compañía la estaba realizando, y todo eso lo podía leer cualquier persona. Dan un teléfono y una página electrónica por si la gente tiene otras dudas. Yo entré al portal y encontré que estaban escaneados los recibos de compra de materiales y hasta cuánto ganaban los albañiles, eso me impresionó; los alemanes son exhaustivos”.

Apasionado de su país y de su ciudad, dice que cuando era “chavito” le gustaba mucho ir a la Fuente de las Siete Regiones. Cuando se hizo su remodelación no estaba en la ciudad, y, opina “sinceramente, a míno me gustó cómo quedó, prefiero la anterior”. Sobre esta obra dice que le gustaría saber cuánto costó dicha remodelación, quiénes la hicieron, y qué pasó con laspiedras que quitaron para poner las nuevas.

Comenta que él como ciudadano confía en las leyes,pero dado que la corrupción existe en todos los países yen todos los gobiernos, “los ciudadanos debemos vigilar que el gobierno trabaje correctamente. El gobierno nos debe servir a los ciudadanos, pagamos impuestos yellos nos deben responder por los trabajos que realizan con ese dinero, por eso se les llama servidores públicos ¿no?”, concluye.

Por Ma. Elisa Ruiz Hernández / Directora de Promoción,
Capacitación y comunicación IEAIP