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¿Y los jóvenes?: Liliana María Cano

19 agosto 2009

Canadá.- Después de esperar casi 144 horas para dormir un poco más de lo común, ha llegado al fin el plazo, me levanto, casi son las 10 de la mañana y sin pensar me dirijo a la ventana: ¡magnífico! estamos sepultados de nieve otra vez, que irónico, a un par de horas, de saber que en Oaxaca hace un calor que cualquiera se derrite y aquí en Canadá estamos atravesando ya, por un poco más de la mitad del invierno, la buena noticia es que solo faltan 2 meses más de invierno y listo, que comience el verano. Para mí, este es mi tercer invierno, comienzo a acoplarme a pasar casi seis meses disfrazada por debajo de una chamarra, una ropa térmica, guantes, bufanda y un gorro, ¡magnífico!. Seis meses en disfraz, algunas veces con los pies helados y otros tantos con la manos congeladas ya que con estas temperaturas de -10,-15, o de -30 cualquiera prefiere la playa. Mi estadía en esta pequeña isla ha sido magnifica, llena de aprendizaje, conocimiento, abundancia; dos años en los que mis ojos zapotecas se llenan de reminiscencias, el transcurso de este viaje que emprendí ha resultado gratificante, el poder observar la forma en cómo funciona otra sociedad ajena a mí, es sin duda alguna enriquecedor, por citar algún ejemplo:

Podemos decir que la isla (en la que me encuentro viviendo) está dividida en 14 sectores diferentes y cada sector tiene su periódico local, este se publica sólo los miércoles y a través de este medio se difunden los eventos más relevantes en el sector; en alguna ocasión, uno de los anuncios me llamó la atención y es que convocaba a una asamblea a todos los habitantes que vivían en los alrededores de la calle ‘Bellechase’, el motivo de la reunión era dar a conocer el proyecto de renovación del parque y de la calle, para esto el gobierno local necesitaba conocer la opinión de los habitantes, si se encontraban de acuerdo con tal proyecto o no, y es así que a lo largo de casi dos años cada miércoles se publican asambleas públicas para dar a conocer nuevos proyectos, al seguir investigando más acerca de estas afamadas asambleas, pude indagar que la participación ciudadana es constante e innegable, que en su mayoría los ciudadanos se encuentran comprometidos con los proyectos que se realizan a su alrededor y su opinión hasta cierto grado vale en esta “comunidad democrática”, ya que los ciudadanos pueden enviar una carta a cualquier persona de cierto cargo público y sin duda, obtendrán respuesta alguna, en ese momento el valor ciudadano tiene un verdadero valor, que en México también se ha devaluado como la moneda, pero bueno, continuemos, ¿quiénes son esas personas que participan en las asambleas?, ¿cuál es el rango de edad promedio de tales?

Efectivamente, son personas que oscilan entre los 35 a los 45 años, personas que cuentan con cierta estabilidad económica y que se encuentran viviendo en un entorno familiar, personas que se preocupan por el ambiente en el que sus hijos se van a desenvolver y que desean lo mejor para ellos.

Pero ¿dónde está la implicación de los jóvenes y su participación ciudadana? lo único notable es que la participación de los jóvenes en la vida política del sector es nula, pues se encuentran sumergidos en su vida cotidiana sin importar el entorno y que los pocos jóvenes que tienen un activismo político son jóvenes que participan de manera indirecta; es decir, la mayor parte de los jóvenes expresan sus ideas y formas de absorción de la vida convirtiéndolas en expresiones culturales, esta es la manera que los jóvenes han encontrado de expresarse libremente.

No olvidemos que en la población de Quebec el 65% son personas adultas, el resto son jóvenes y niños. Para el año 2015 las empresas sufrirán de una pérdida de empleados enorme, ya que muchas de las personas que ahora laboran se encuentran a unos pasos de tomar su retiro y entonces quedarán un gran número de plazas vacantes, volviendo al tema, lo que está claro, por lo menos aquí en el Quartiere de Rosemont-La Petite Patrie, es la inexistencia de jóvenes interesados en participar en la vida política, por lo menos del Quartiere y mucho menos el interés de participar en la vida política del estado, así que tendremos que esperar a un más a los nuevos jóvenes que vengan con la actitud y el deseo de implicarse en el aparato de gobierno y mientras eso ocurre, el mundo comienza a vivir los cambios causados por calentamiento global y las políticas nulas acerca del tema.

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Egresada de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación, actualmente radica en el Canadá francés.

La crisis sin ese gusto francés: Liliana Cano Gómez

10 julio 2009

 

Son las nueve de la mañana y como siempre el señor que obsequia el periódico se encuentra parado en la entrada del metro Joliette de la línea verde. Enseguida la persona que se encuentra frente a mi, toma el periódico, mira la portada y rápidamente lo deja caer.

La crisis en el primer mundo

La crisis en el primer mundo

Canadá.-

¿Qué hacer?, levanto el periódico, lo tomo con mi mano izquierda y veo un título que dice: L’impact de la crise économique (El impacto de la crisis económica), ¡oh, no!, es la cuarta vez que veo el mismo título en diferente periódico, asi como en la televisión y en la radio.

Vivo en la parte francesa de Canadá, y hasta aquí recibí la invitación de un viejo amigo para redactar este artículo sobre mi percepción de la realidad en un país de primer mundo a través de mis ojos de mujer zapoteca.

Uno de los beneficios que encuentro al ser usuaria del transporte en común, es poder escuchar algunas de las conversaciones que circulan; en una de esas pláticas me enteré sobre las medidas de protección que tomará el gobierno de esta provincia de Canadá para enfrentar la crisis. Aparentemente éstas se dividen en tres formas de estimular y desarrollar la economía del estado: la primera medida se tomará desde un plan de gobierno para otorgar una subvención económica a las empresas con el objetivo de que continúen funcionando normalmente, sin llegar a cerrar sus puertas y crear desempleos. La segunda medida de protección que se aplicará es a través del desarrollo de planes de educación para capacitar la mano de obra especializada. Y bajo el mismo sector de la educación se plantea la tercera medida, con programas económicos que permitan el acceso de la población a la élite preparada y lograr el desarrollo económico de Canadá.

La llamada crisis económica toma diferentes formas y dimensiones, dependiendo del lugar en que se desarrolle. Habitar en Canadá, un país de “primer mundo”, me da la posibilidad de tener la visión para discernir sobre la repercusión de la crisis en la vida cotidiana de los habitantes de este pais. Algunos cambios más sobresalientes en el comportamiento de consumo, dentro del contexto de estancamiento económico, de acuerdo con un sondeo por “Léger Marketing”, los consumidores han dejado a un lado los pequeños lujos, como asistir a un restaurante, presenciar un espectáculo o, peor aún, para un canadiense de clase trabajadora, dejar de practicar un deporte como el ski.

¿Cuál es el problema?, ¿dónde está en realidad el problema?, si vivir una crisis económica en un país “primermundista” es dejar a un lado los restaurantes con ese gusto francés; si continuar viviendo una crisis es dejar de asistir a un concierto de Gloria Trevi quebecois, alias Celine Dion, y privarse en este crudo infierno, perdón invierno, de practicar ski a 36° bajo cero, me pregunto: ¿eso es vivir una crisis?, ¡oh no!, entonces qué nombre podemos dar cuando se está desempleado por meses, sin derecho a una pensión por desempleo, a causa del cierre temporal de la empresa para la que trabajaste durante los últimos años, ¿a eso cómo se le puede llamar?, ¿qué nombre podemos dar al problema de los miles de campesinos que apenas sobreviven con lo poco que logran cosechar y vender en el mercado?, ¿qué es entonces eso?, y ¿qué significa el acto de asistir al Monte de Piedad?, y dejar el estéreo que tantas veces toco la misma rola, ¿eso es estar en crisis?

Y entonces al caminar por las calles del centro histórico de Oaxaca y ver a los niños pidiendo limosna, ¿qué explicación económica cuántica tiene eso?, y mejor ni mencionar las otras cosas que se ven y se vieron en aquel centro histórico que nos vio nacer y hace un par de años vimos caer.