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La canción de la Bartola…: Estefanía Díaz Toquero

10 julio 2009
La canción de la Bartola

La canción de la Bartola

Durante meses los medios de comunicación han “asesorado e informado” a la comunidad respecto a “la cuesta de enero” y a la famosa crisis que afectará durante el 2009 y posiblemente en el 2010. Pero seamos prácticos, ¿acaso es necesario que un ama de casa o a un taxista, por ejemplo, se les considere ajenos a la situación, cuando el litro de aceite tiene un costo aproximado de 35 pesos, o el litro de gasolina sube constantemente además de que el salario mínimo alcanza para cubrir el 40.3 por ciento de la canasta básica?

El Monte de Piedad “hace su agosto” en los primeros meses del año, al tiempo que los bancos ganan con los intereses que cobran por apertura, manejo de crédito y disposición en efectivo, sólo por mencionar algunas ganancias.
La realidad cruel de la crisis económica se refleja en su cartera y en la mía, razón por la cual valdría entrevistar a quienes se enfrentan con el alza de precios (sin aumentar su salario), en lugar de enfocar los reflectores en números y estadistas que, lejos de informar, simplemente alarman o crean hastío en los ciudadanos.
Escuchar o leer sobre el despido masivo en empresas automotrices o industrias refresqueras por supuesto que llama la atención pero, al mismo tiempo, el recorte de personal pareciera convertirse en el “pan nuestro de cada día”. Y si lo dudan (si es que llegaran a dudar lo que digo…) basta con conocer o ser un desempleado que durante meses se esfuerza en conseguir, sin éxito, ser contratado.
La canción de la Bartola…
No hay vacantes y, cuando las hay, el salario que se ofrece es desproporcionado al perfil y actividades que se deben realizar. Para una empresa entre menos empleados tenga, mejor; pero para una persona desempleada es precisamente una limitante para encontrar opciones de trabajo y ser contratado.
Ahora bien, los empleos que existen más vale cuidarlos y debido a la escasez de dinero se opta incluso por tomar un empleo con baja remuneración para al menos se tenga la seguridad de recibir determinada cantidad de dinero cada quincena y “solventar” los gastos mensuales.
El número de trabajadores informales aumentó, junto con el número de jóvenes que en enero o en agosto terminan sus estudios universitarios y se convierten en competencia de los ya titulados (y algunos de ellos desempleados).
Tener experiencia pareciera ser un obstáculo argumentando que “no se puede pagar el sueldo a una persona con un perfil superior al solicitado”. Entonces, si se tiene experiencia malo y si se carece de experiencia también.
Con la crisis vale más tomar un trabajo y cuidarlo aún a sabiendas de que lejos de trabajar para vivir, se vive para trabajar, y el consuelo es que así no se cobrarán tantos intereses por las deudas adquiridas a finales del año 2008.
Entonces, ¿a quién se debería tomar en cuenta cuando se hacen entrevistas respecto a la crisis económica que vivimos los mexicanos?, ¿a expertos economistas o a personas que cada día se percatan de que el dinero alcanza cada vez para menos?

Puebla, Mex.- Durante meses los medios de comunicación han “asesorado e informado” a la comunidad respecto a “la cuesta de enero” y a la famosa crisis que afectará durante el 2009 y posiblemente en el 2010. Pero seamos prácticos, ¿acaso es necesario que un ama de casa o a un taxista, por ejemplo, se les considere ajenos a

La canción de la Bartola

La canción de la Bartola

la situación, cuando el litro de aceite tiene un costo aproximado de 35 pesos, o el litro de gasolina sube constantemente además de que el salario mínimo alcanza para cubrir el 40.3 por ciento de la canasta básica?

El Monte de Piedad “hace su agosto” en los primeros meses del año, al tiempo que los bancos ganan con los intereses que cobran por apertura, manejo de crédito y disposición en efectivo, sólo por mencionar algunas ganancias.

La realidad cruel de la crisis económica se refleja en su cartera y en la mía, razón por la cual valdría entrevistar a quienes se enfrentan con el alza de precios (sin aumentar su salario), en lugar de enfocar los reflectores en números y estadistas que, lejos de informar, simplemente alarman o crean hastío en los ciudadanos.

Escuchar o leer sobre el despido masivo en empresas automotrices o industrias refresqueras por supuesto que llama la atención pero, al mismo tiempo, el recorte de personal pareciera convertirse en el “pan nuestro de cada día”. Y si lo dudan (si es que llegaran a dudar lo que digo…) basta con conocer o ser un desempleado que durante meses se esfuerza en conseguir, sin éxito, ser contratado.

No hay vacantes y, cuando las hay, el salario que se ofrece es desproporcionado al perfil y actividades que se deben realizar. Para una empresa entre menos empleados tenga, mejor; pero para una persona desempleada es precisamente una limitante para encontrar opciones de trabajo y ser contratado.

Ahora bien, los empleos que existen más vale cuidarlos y debido a la escasez de dinero se opta incluso por tomar un empleo con baja remuneración para al menos se tenga la seguridad de recibir determinada cantidad de dinero cada quincena y “solventar” los gastos mensuales.

El número de trabajadores informales aumentó, junto con el número de jóvenes que en enero o en agosto terminan sus estudios universitarios y se convierten en competencia de los ya titulados (y algunos de ellos desempleados).

Tener experiencia pareciera ser un obstáculo argumentando que “no se puede pagar el sueldo a una persona con un perfil superior al solicitado”. Entonces, si se tiene experiencia malo y si se carece de experiencia también.

Con la crisis vale más tomar un trabajo y cuidarlo aún a sabiendas de que lejos de trabajar para vivir, se vive para trabajar, y el consuelo es que así no se cobrarán tantos intereses por las deudas adquiridas a finales del año 2008.

Entonces, ¿a quién se debería tomar en cuenta cuando se hacen entrevistas respecto a la crisis económica que vivimos los mexicanos?, ¿a expertos economistas o a personas que cada día se percatan de que el dinero alcanza cada vez para menos?

El color del futuro: Estefanía Díaz Toquero

18 junio 2009

El color del futuro

El color del futuro

Infinidad de artículos, textos, opiniones y puntos de vista se expresan a través de los medios de comunicación, es por ello que, lejos de pretender unirme al grupo, hablaré como ciudadana. Siempre es sano conocer las dos partes de una historia, y en la política pudiera ser una utopía esperar que los funcionarios escribieran como lo que son: representantes de la ciudadanía.

Vemos partidos políticos que intercambian su lugar entre las fuerzas políticas, pero la historia es la misma, sólo cambia el color. En el caso del Partido Acción Nacional (PAN), Vicente Fox triunfó el 2 de julio de 2000 como presidente de la República Mexicana, y es la fecha en la que, ahora con Felipe Calderón, mantiene la silla presidencial para el partido azul.
Por momentos, el Partido de la Revolución Democrática aparecía como segunda fuerza política mientras que el Partido Revolucionario Institucional perdía la presidencia y en 2006 aparecía como tercera fuerza política; sin embargo, en lo que llevamos del sexenio del presidente Felipe Calderón se aprecia que el PAN llegó a la cima pero pudiera irse a la sima.

“No es importante llegar sino mantenerse”, frase que es de conocimiento público (quizá más que el autor de “el respeto al derecho ajeno es la paz”), la traigo a colación porque durante los comicios en seis lugares del país, el PAN perdió, ¿qué mensaje puede esconder el tener la presidencia pero perder en las entidades?

Felipe Calderón está solo, y más aún con el “accidente” y muerte de Camilo Mouriño. No importan los nombres en el partido, el resultado es el mismo; ¿qué más da si Elba Esther Gordillo argumenta, si el PRD se fragmenta, o si el PAN finge unión?

Lo que tenemos es un resultado de decisiones; que nos quede bien claro que como ciudadanos debemos tener cautela en nuestras decisiones respecto a la política, ya que los funcionarios nos representan y trabajan por y para nosotros.

Las campañas electorales bien pudieran compararse con entrevistas laborales, donde se elige de acuerdo al perfil y a las necesidades. Lo que nos espera en el futuro es el resultado de las acciones del presente, y los comicios son una decisión que afecta, para bien o para mal, nuestro desarrollo integral.

Los grupos políticos tienen una versión y los mexicanos, en edad de votar, tenemos la que complementa el mosaico del denominado proceso electoral. Es por ello que vale recordar que los resultados de las próximas elecciones se tomarán como una referencia de lo que al país podría esperarle en 2012; cada uno de los partidos lucha por mantener su registro y, en lo que respecta al PAN, tiene una obligación doble: debe recuperar una posición que avale la autoridad y legitimidad de la presidencia, antes de permitir que el capitán del barco vista de color amarillo.

El que busca encuentra: Estefanía Díaz Toquero

15 junio 2009

Comparativo Oaxaca

Comparativo Oaxaca

Lejos de empezar con optimismo el año 2009, vale más comenzar con una perspectiva realista donde, como dijera la frase, se deben ajustar las velas del barco para navegar, antes que únicamente ser optimista y esperar que pase la tormenta. Y es que el tema de la seguridad y las acciones contra el narcotráfico distan mucho de ser solamente una tormentita.

Bien podría hablar del narcotráfico y de la fortaleza de los cárteles señalando que la “Operación Limpieza” tal como lo dijo el actual presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, cobraría vidas. Sin embargo tampoco es válido considerar que todo el círculo vicioso es fruto de la administración del gobierno mexicano y que, como señaló en su momento el gobierno del todavía presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, el índice de secuestros está directamente ligado con el narcotráfico, ¡ah! pero eso sí, reconoce y elogia el trabajo mexicano contra el crimen organizado junto con las extradiciones al vecino del norte…y me pregunto, ¿desde cuándo el crimen conoce fronteras?

Pudiera resultar interesante la relación que se establece entre índice de secuestros y narcotráfico, sin embargo nada garantiza que el pueblo en general pueda vivir tranquilo, seguro y con plena confianza en la eficiencia de sus autoridades cuando, el narcotráfico, los cárteles y los implicados, forman parte de una red que tiene infiltrados elementos en todas las esferas de la sociedad.

Definitivamente la realidad supera la ficción y nuestro país no despunta en los Juegos Olímpicos ni en el Mundial de Futbol en cambio, México se esmera en superar a otros países en índices de pobreza, corrupción y secuestros; ahora resulta que le ganamos a China y tenemos el vigésimo lugar en el índice de fuente de sobornos*…¡qué vergüenza!

El panorama que vislumbra la sociedad mexicana en este sentido incluye, desde la esfera “supuestamente” encargada de la seguridad nacional, donde los altos mandos filtran información a los cárteles respecto al presidente Calderón, el que incluso se arraigara 40 días a la -hasta hace unos meses- representante de Nuestra Belleza Sinaloa 2008, por la suma de dinero en efectivo con la que, según su declaración, pretendía viajar a Bolivia hasta, quienes hartos de la burocracia optan por realizar investigaciones privadas para encontrar rastros de hijos secuestrados.

El mejor escondite es el que está a la vista y sin duda,  la red de grupos narcotraficantes tiene presente esta premisa: la promulgación de la ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública es sólo una bandita para curar una herida que necesita sutura. No vale temer a lo desconocido, no, no, no…ahora se debe temer a lo conocido, porque caras y uniformes vemos, pero intereses no sabemos.

Para que los gritos de nuestro silencio se escuchen propongo trabajar con cautela, mas no con desconfianza o paranoia, desde cada una de nuestras trincheras conscientes que el panorama que vivimos es consecuencia de decisiones y actitudes. Goethe mencionaba que “saber no es suficiente; tenemos que aplicarlo. Tener voluntad no es suficiente; tenemos que implementarla”.

Sé que esto suena idealista, pero valdría recordar que, es insuficiente desear un cambio; lo que importa es actuar y para bien o para mal, directa o indirectamente, todos sufriremos las consecuencias.
—–
*Índice publicado por Mitofsky

Saber Vs Investigar: Estefanía Díaz Toquero

11 junio 2009

Investigar vs saber

Investigar vs saber

La evolución del mundo, así como la implosión de diferentes sistemas y momentos políticos, ha despertado sin duda la necesidad de informar a la población mundial, sin que ello implique una objetividad garantizada.

Diversas son las fuentes informativas, como varias las posturas respecto a un suceso. De hecho, la presentación irresponsable de declaraciones e investigaciones provocó controversias y polémicas que afectaron, directa o indirectamente, la política mundial.

Basta recordar la situación que enfrentó el actual Sumo Pontífice de la religión católica, Benedicto XVI, cuando se sacó de contexto su declaración respecto a la guerra Santa y Mahoma, al presentar una cátedra en una Universidad; o las caricaturas en periódicos de Dinamarca, mofándose de Mahoma.

Pareciera estar la información al alcance de todos, pero valdría considerar que, lo que se lee en los periódicos, lo que escuchamos en la radio o televisión, son sólo el resultado de un filtro de noticias que se aplica, antes que se presenten al público.

El que un comunicador sea considerado como veraz y objetivo, es resultado de un arduo esfuerzo donde la responsabilidad y el compromiso, son únicamente parte de los criterios que todo buen periodista debería seguir como, el negarse a aceptar regalos de alguna fuente, transmitir noticias comprobadas, asumir la responsabilidad de todos sus escritos y respetar el secreto profesional entre otros, sin embargo, en la actualidad lo normal parece anormal.

Aunque estos y más puntos deberían seguirse por simple ética profesional, llega a sorprender que aún existan personas que adquieran el compromiso y den prioridad a la vocación antes que a los intereses económicos (recordemos el caso del gobierno mexicano que durante años controló el suministro de papel, y se publicara lo que políticamente se aprobaba) y tengan presente que el derecho a la información es, ante todo, del lector.

El precio de la veracidad pareciera tener un color rojo y, a pesar de amenazas de muerte, es por el periodista que salen a la luz datos, vínculos y/o nombres que favorecen a unos cuantos. Federico Campbell señala que el fin noble del periodismo escrito es “activar la conciencia de los ciudadanos a favor del bien común”. De esta manera, el periodismo es por tanto, “una de las múltiples opciones que tiene el ejercicio de la Democracia”

Para bien o para mal, un periódico no retrata datos importantes, sino lo que acontece diariamente y, sin demeritar el trabajo de los que conforman un equipo editorial, la verdad es que, los hechos realmente importantes, que marcan un rumbo o que dan un giro en la historia política, por ejemplo, sólo suceden de vez en vez.

¿Acaso el rescate de Ingrid Betancourt, los daños que sufrieron los “supuestos” estudiantes mexicanos cuando se atacó a las FARC, la situación política en México luego de la muerte del entonces Secretario de Gobernación, Camilo Mouriño, o el panorama económico de los EE.UU. fueron noticia de un día?.

Luego de leer en un periódico una nota de ocho columnas, surgen interrogantes que el periodismo debe encargarse de responder para aclarar las dudas de los lectores. Es después, y no en el momento, cuando un acontecimiento específico adquiere importancia. De ahí que lo vital no sea publicarlo primero, sino publicarlo con información relacionada que ningún otro medio tenga y sin duda; eso se logra con investigación es decir, con un trabajo periodístico.

¿El periodismo es estar en el momento adecuado, en el lugar adecuado? ¿Qué importa más, ganar la nota o tener un contacto que dé seguimiento y explicación a lo que todos los periódicos y medios se encargan de manejar?. Si bien es cierto que existen diferentes géneros periodísticos informativos (Nota, Crónica, Entrevista y Reportaje) la realidad es que, todos, manejan información. “todo material periodístico es información sobre un hecho actual, inédito y de interés general” indica Carlos Marín, la noticia es en resumen la materia prima del periodismo.

Lo que se haga con la materia prima –la noticia– marca la diferencia entre los periodistas. Se puede dejar en el olvido o bien trabajarla, es decir investigar, presentar y dejar que la sociedad tome la última palabra, dejando de lado las opiniones que pudieran surgir en el proceso de investigación e influyeran en la conclusión de cada lector.

Es por el periodismo que tenemos al alcance información de diferentes ramas, es cierto también que su evolución es notable y que, en varios países causa dolores de cabeza a los altos mandos políticos (basta con recordar a Castro y el periódico Granma, a Hugo Chávez y la cadena de noticias RCTV). La importancia del periodismo entonces debe ir más allá de “descubrir y decir” la verdad, el periodismo debe saber qué hacer con la verdad y a quién decirla para garantizar así el bien común y lograr que cada individuo sea capaz de identificar, cuantificar y solucionar con los datos que se le proporcionan, resultado de una investigación constante.

Metamorfosis. De medios a verdugos: Estefanía Díaz Toquero

10 junio 2009

De medios a verdugos

De medios a verdugos

Hace algunos años todavía podían llamarse “medios” a la televisión, radio y periódico sin embargo, las circunstancias que se viven en el país los han convertido incluso en líderes de opinión, dejando de lado el juicio de los televidentes, radioescuchas o lectores.

Son ahora los “medios” quienes cuestionan “en nombre” de la sociedad, las acciones de diputados, senadoras y funcionarios públicos, valiéndose del escaso interés de la población en consultar diferentes fuentes de información para, crear un propio criterio y así poder debatir u opinar.

Se dice que, para opinar respecto a algo, es necesario integrarse o formar parte de ello. Por lo tanto, ¿cómo se puede esperar que la sociedad tenga una reacción diferente a la que contribuyen paulatinamente los medios si la población no muestra interés suficiente?

No es extraño encontrar comentarios como “lo escuché en la radio, lo vi en Internet o salió en el bloque de noticias de tal o cual persona, por ejemplo”. La responsabilidad que tienen los “medios” es entonces aún mayor puesto que, además de seleccionar la información  deben tener cautela en las consecuencias de sus decisiones.

Valdría considerar ¿hasta dónde es pertinente que los comunicadores repitan sin cesar escasos datos y los compensen con especulaciones o entrevistas sesgadas? ¿Hasta dónde los medios se preocupan y ocupan porque la sociedad esté informada, pero también porque  entienda el origen y razón de los acontecimientos?

Entonces, los medios de comunicación son ahora jueces e incluso verdugos de lo que registran, investigan y presentan al auditorio para así despertar a la “opinión pública” aunque, valdría cuestionar lo que es realmente considerado como tal,  ya que existe una gran diferencia entre “opinión pública” y lo que “opina el público”.

La opinión pública no necesariamente retrata el sentimiento de la sociedad en general sino que, refleja un común denominador de lo que se presenta día a día a nivel local, nacional e internacional. Valdría cuestionar si realmente las intervenciones de columnistas  y editorialistas por ejemplo, retratan el sentir social, o simplemente el suyo desde un particular punto de vista.

Claro está que considerar a comunicadores como “líderes de opinión” implica años de veracidad, investigación y objetivad; vigilando que sus puntos de vista no agredan intereses o provoquen malos entendidos que, únicamente confundan y hasta distraigan al pueblo de las situaciones económicas, laborales, educativas, del sector salud o de seguridad, por mencionar algunas.

La delgada línea entre la libertad de expresión de ideas y la agresión a intereses particulares, va de la mano de lo que el gobierno, partidos y funcionarios permiten en la línea de investigación.  De ahí la importancia del papel de los medios de comunicación en un proceso en el que la gente busca estar informada – y en el menor de los casos entender los motivos y consecuencias- del qué, cómo, cuándo, dónde, por qué y para qué-  de lo que se considera “noticia”.

La influencia de los medios de comunicación obliga por tanto, a leer entre líneas y no considerar como absoluto todo lo que se presente. No en vano se dice que la información es poder sin embargo; saberla asimilar y ocupar es una de las principales oportunidades que debe aprovechar cada ciudadano para hacer de su país, algo más que una noticia que se juzgue a nivel nacional e internacional.